Dondequiera que esté ves cielo, mucho cielo. Y siempre el Piltri, majestuoso, imponente, alzándose sobre todo.
 
Y el Piltri cambia. Según la estación, el día, la hora. Siempre es distinto. Por ahí al atardecer el sol le da en un ángulo especial y decís "y ese paredón de donde salió, que nunca lo ví antes?" 10 minutos despueś la sombra del paredón desapareció.
Del otro lado la cordillera. No tiene la presencia, la personalidad del Piltri.
Verde, mucho verde. Todo verde.
Cuando yo tenía 17 años y vivia en Buenos Aires, mi primo, ex hippie de El Bolsón, me dijo "viste el hermoso color de la ciudad? El hermoso color de la ciudad es GRIS"
Y yo le contesté en un sueño, cuando ya vivía acá: "en cambio acá todo es verde, verde, verde..."
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